Acaba de comenzar el verano y con él nuevamente tenemos una oportunidad para construir una alimentación saludable y equilibrada, adaptando nuestra alimentación al calor, las vacaciones y la disponibilidad de mayor tiempo libre para actividades recreativas. Una forma de lograrlo es mediante la adopción de cambios en tres aspectos básicos y fundamentales de nuestra alimentación: la seguridad, la cantidad y la calidad de nuestros alimentos.
Al hablar de seguridad es fundamental tener en cuenta que a mayor temperatura, los microorganismos que pueden estar presentes en nuestros alimentos y bebidas capaces de generar problemas en nuestra salud, se multiplican mas rápido.
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Recomendaciones
Para asegurar una adecuada seguridad alimentaria durante el verano, se recomienda:
• Guardar cuidadosamente los alimentos cocinados y no consumidos
• Envolver herméticamente los productos frescos en la heladera, evitando el goteo sobre el resto de los alimentos.
• Mantener las temperaturas de conservación propia de cada producto durante el transporte y almacenaje.
• Asegurarte que todos los productos que compres provengan de establecimientos autorizados, limpios y con cadena de frío, evitando alteraciones en el color, olor, sabor, textura y envase.
Para lograr una alimentación con adecuada calidad nutricional, se recomienda:
• Comenzar el día con un desayuno completo que incluya fuente de proteínas, hidratos de carbono y fibras.
• Fraccionar la alimentación en 4 – 5 comidas diarias, evitando las comidas copiosas (de gran volumen y con elevado contenido de grasas).
• Mantener una adecuada hidratacion mediante el consumo diario de 2 lt de agua potable al día, lo que esta representado por 8 vasos medianos. Es fundamental sobre todo al levantarse, y después de realizar ejercicios físicos o exponerte al sol.
¿Qué comer?
Por último, y no menos importante, la calidad de nuestra alimentación juega un rol fundamental.
Para asegurar una alimentación completa en vitaminas, minerales y macro nutrientes esenciales para cubrir las necesidades del organismo y adaptada a la temperatura del verano se recomienda:
• Consumir abundante fibra por medio de alimentos como verduras, frutas con piel, salvado de avena y productos integrales. Al momento de seleccionar las verduras y frutas opta por las de estación, ya que son de mejor calidad y menor precio.
• Consumir hidratos de carbonos acompañados de fibras por medio de la combinación de verduras con cereales, legumbres y harinas.
• Aportar proteínas ricas en calcio por medio de alimentos como la leche, yogur, quesos, huevos, carnes y legumbres.
¡Un estilo de vida saludable es aquel que está basado en una alimentación suficiente, equilibrada y variada acompañada por la realización de actividad física en forma regular!
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