Basta de dietas: la educación alimentaria nutricional es el camino

Constantemente estamos bombardeados por publicaciones milagrosas donde se promete una pérdida de peso excesiva en un periodo de tiempo muy breve. Fácilmente podemos observar que cada vez hay más dietas a la vez que se incrementa la estadística de personas con sobrepeso y obesidad en el mundo. Si lo analizamos las dietas proponen resultados libres de esfuerzo a corto plazo y esto poco se relaciona con resultados verdaderos que perduren en el tiempo.

Desde que tomamos conciencia estamos inmersos en una sociedad que transmite mensajes nocivos donde la delgadez va de la mano del éxito y la pérdida de peso debe lograrse independientemente del precio a pagar en términos de salud.

Las dietas suelen tener pautas difíciles de cumplir, carentes de sustentos científicos y falta de contemplación de nuestro bienestar físico y por sobre todo mental y social.  Es por este motivo que la respuesta no se encuentra en ninguna de ellas.

El cambio de hábitos: la clave para el éxito

El cambio de hábitos y de estilos de vida, considerados estos como aquellos comportamientos que se repiten con frecuencia en el tiempo y en ambientes similares, es el camino para encontrar el equilibrio físico y nutricional.

La idea es que nuestra alimentación forme parte de un hábito saludable en donde la mayor parte sea adecuada en calidad y cantidad, siendo la forma más segura de lograr paso a paso este cambio de la mano de un profesional especializado, siendo el/la licenciado/a en nutrición el encargado de ello.

Los hábitos alimentarios van más allá del hecho cotidiano de ingerir alimentos: implican una sucesión de acciones y pensamiento que tienen una serie de antecedentes como la selección y compra de los alimentos, la preparación de los mismos, la cantidad y velocidad con la que se consumen, el número y la frecuencia de comidas que se realizan e incluso la fisiología del apetito y la saciedad.

Cuando hablamos de un profesional especializado nos referimos a aquellos que cuentan con los conocimientos para adaptar nuestra alimentación y requerimientos nutricionales a todos los aspectos anteriormente mencionados, considerando nuestra composición corporal y objetivos personales. Lo que buscamos es fomentar la educación alimentaria nutricional como el camino para lograr objetivos duraderos en el tiempo. El primer paso es este.

 

📌 Licenciada Rocío Miralles. Matrícula: 4077.
📍Consultorio 42.
🕓 Horarios de Atención: Lunes, miércoles y viernes de 16 a 20 hs.

📞 Comunícate al (0351) 5-242700 ó 351-3061235 (WhatsApp) para solicitar tu turno.

Síntomas y consecuencias de la hipertensión: ¿se puede prevenir?

Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión con la finalidad de promover la concientización y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial, condición que constituye el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares.

¿Qué es la tensión arterial alta (hipertensión)?

La hipertensión, también conocida como tensión arterial alta o elevada, es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos. Cada vez que el corazón late bombea sangre a los vasos, que la llevan a todas las partes del cuerpo. La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.

La tensión arterial normal en adultos es de 120 mm Hg1 cuando el corazón late (tensión sistólica) y de 80 mm Hg cuando el corazón se relaja (tensión diastólica). Cuando la tensión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg y/o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mm Hg, la tensión arterial se considera alta o elevada.

¿Se puede reconocer previamente la hipertensión?

La mayoría de las personas con hipertensión no muestra ningún síntoma; por ello se le conoce como el «asesino silencioso». En ocasiones, la hipertensión causa síntomas como dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales, pero no siempre.

¿Por qué es peligrosa la hipertensión arterial?

Cuanto más alta es la tensión arterial, mayor es el riesgo de daño al corazón y a los vasos sanguíneos de órganos principales como el cerebro y los riñones. La hipertensión es la causa prevenible más importante de enfermedades cardiovasculares y ACV del mundo.

Si no se controla la hipertensión puede provocar un infarto de miocardio, un ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardiaca. Los vasos sanguíneos pueden desarrollar protuberancias (aneurismas) y zonas débiles que los hacen más susceptibles de obstruirse y romperse. La tensión arterial puede ocasionar que la sangre se filtre en el cerebro y provocar un accidente cerebrovascular. La hipertensión también puede provocar deficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo.

Las consecuencias de la hipertensión para la salud se pueden agravar por otros factores que aumentan las probabilidades de sufrir un infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular o insuficiencia renal. Entre ellos cabe citar el consumo de tabaco, una dieta poco saludable, el uso nocivo del alcohol, la inactividad física y la exposición a un estrés permanente, así como la obesidad, el colesterol alto y la diabetes mellitus.

¿Cómo se puede prevenir y tratar la hipertensión arterial?

Todas las personas deberían medirse su tensión arterial periódicamente, ya que es importante conocer los valores. Si esta es elevada, tienen que  consultar a un profesional de la salud.

A algunas personas les basta con modificar su modo de vida para controlar la tensión arterial, como abandonar el consumo de tabaco, adoptar una dieta saludable, hacer ejercicio con asiduidad y evitar el uso nocivo del alcohol. La reducción de la ingesta de sal también ayuda notoriamente. A otras personas, estos cambios les resultan insuficientes y necesitan tomar medicamentos con prescripción médica.

Los adultos pueden contribuir al tratamiento tomando la medicación prescrita, cambiando su modo de vida y vigilando su salud.

Las personas con hipertensión que también tienen un alto nivel de azúcar en sangre, hipercolesterolemia o insuficiencia renal corren un riesgo incluso mayor de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular. Por tanto, es importante hacerse revisiones periódicas de la cantidad de azúcar y de colesterol en sangre y del nivel de albúmina en la orina.

Medidas preventivas

Todos podemos adoptar cinco medidas para minimizar las probabilidades de padecer hipertensión y sus consecuencias adversas.

  • Dieta saludable: promover un modo de vida saludable, haciendo hincapié en una nutrición adecuada de niños y jóvenes.
  • Reducir la ingesta de sal a menos de 5 g al día (algo menos de una cuchara de café al día).
  • Comer cinco porciones de fruta y verdura al día.
  • Reducir la ingesta total de grasas, en especial las saturadas.
  • Evitar el uso nocivo del alcohol, esto es, limitar su ingesta a no más de una bebida estándar al día.
  • Actividad física: al menos 30-40 minutos al día).
  • Mantener un peso normal: cada pérdida de 5 kg de exceso de peso puede reducir la tensión arterial sistólica entre 2 y 10 puntos.
  • Abandonar el consumo de tabaco y la exposición a los productos de tabaco.
  • Gestionar el estrés de una forma saludable, por ejemplo mediante meditación, ejercicio físico adecuado y relaciones sociales positivas.

 

¿Es la hipertensión un problema frecuente?

A nivel mundial, más de uno de cada cinco adultos tiene la tensión arterial elevada, un trastorno que causa aproximadamente la mitad de todas las muertes por accidente cerebrovascular o cardiopatía. Complicaciones derivadas de la hipertensión son la causa de 9,4 millones de muertes cada año en el mundo.

En casi todos los países de ingresos altos, el diagnóstico y tratamiento generalizado de esas personas con medicamentos de bajo costo ha propiciado una reducción significativa de la proporción de personas con tensión arterial elevada, así como de la tensión arterial media en todas las poblaciones, lo que ha contribuido a reducir la mortalidad por enfermedades del corazón. Por ejemplo, el 31% de los adultos en la Región de las Américas de la OMS padecía tensión arterial elevada en 1980, en comparación con 18% en 2018.

En cambio, los países de ingresos bajos tienen la prevalencia más elevada de tensión arterial elevada. En la Región de África de la OMS se estima que en muchos países más del 30% de los adultos sufre hipertensión, y esa proporción va en aumento. Asimismo, los valores medios de la tensión arterial en esta región son mucho más altos que la media mundial.

En los países en desarrollo, muchas personas con hipertensión no saben que la padecen ni tienen acceso a los tratamientos que podrían controlar su tensión arterial y reducir significativamente su riesgo de muerte y discapacidad por cardiopatía o accidente cerebrovascular. Diagnosticar, tratar y controlar la hipertensión es una prioridad de salud en todo el mundo.

📌 Doctor Martín Robles
📍Consultorio 8.
🕓 Horarios de Atención: Lunes de 9 a 12 horas y jueves de 17 a 19:30.
📞 Comunícate al (0351) 5-242700 ó 351-3061235 (WhatsApp) para solicitar tu turno.