Día Mundial del Alzheimer: qué factores de riesgo se pueden modificar

El 35 por ciento de los casos de Alzheimer podrían relacionarse con la presencia de nueve factores de riesgo modificables, según explicaron en el portal diariomedico.com,  a propósito del Día Mundial del Alzheimer, que se celebra este sábado 21 de septiembre.

De esta forma, controlar la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo, la depresión, la inactividad cognitiva, la hipoacusia y el aislamiento social podrían prevenir entre 1 y 3 millones de casos de Alzheimer en el mundo, según apuntan estudios epidemiológicos.

Raquel Sánchez-Valle, secretaria del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología, afirma:
“Si consiguieramos controlar esos factores de riesgo modificables podríamos reducir la incidencia de la enfermedad de Alzheimer en un tercio. Sabemos que pueden darse en edades muy precoces, como la escolarización, en edades medias y avanzadas, donde se puede incidir en el control del peso, de la diabetes o en la práctica del ejercicio físico…”.

Sánchez-Valle se refiere a que cada factor tiene un peso sobre el Alzheimer en función de la edad. Por ejemplo, ya hay evidencia de que un nivel de educación más bajo, que se adquiere desde edades tempranas, tienen un mayor riesgo de desarrollar la patología. “Esto no ocurre tanto en la población española porque tenemos un alto nivel de alfabetización. En la edad media, la hipertensión y la obesidad y la perdida de audición, contribuyen al desarrollo tardío del Alzheimer, mientras que en edades más avanzadas el tabaquismo, el sedentarismo, la diabetes , la depresión o el aislamiento social son los factores de riesgo” con mayor impacto.

En esta misma línea de fomentar la prevención del Alzheimer y aumentar la conciencia social sobre los estilos de vida que pueden adaptarse para ello, la Fundación Pasqual Maragall continua con su campaña de concienciación Cuando te cuidas, el Alzheimer da un paso atrás.

No obstante, una vez instaurada la enfermedad, aún hay que tener en cuenta los factores asociados a un estilo de vida saludable y favorecer la práctica de actividad física, que permite mejorar el estado físico y conductual, la calidad de vida y obtiene beneficios motores, mientras que evitar el aislamiento social también es una forma de enlentecer la enfermedad.