Matricula: 17831/2
Un neumonólogo es un médico que se especializa en la atención de pacientes con enfermedades propias de los pulmones, la pleura y el tórax o cuando patologías de otros aparatos y sistemas afectan la función respiratoria. Esta especialidad mantiene estrecha relación con Diagnóstico por Imágenes, Cirugía de tórax, Alergología, Cardiología y Otorrinolaringología.
La consulta se inicia con una entrevista donde a través de preguntas específicas intentamos conocer el estilo de vida y las condiciones de salud del paciente. Muchas de las prácticas incluso recreativas que las personas realizan, pueden tener alguna repercusión de diferente magnitud en la salud respiratoria. Los pulmones exponen directamente su estructura íntima a la polución ambiental y a infinitos componentes aún no tóxicos para la mayoría de las personas, que pueden desencadenar síntomas respiratorios en individuos predispuestos. Esta entrevista inicial se continúa con la práctica del examen físico con fortaleza en determinados ejes que nos permite orientar la necesidad de procedimientos diagnósticos. Entre ellos, la radiografía de tórax y la espirometría son prácticamente los complementos obligados de la consulta con el neumonólogo.
Entre las enfermedades de diagnóstico más frecuentes a cargo del neumonólogo se encuentran el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) asociada al consumo de tabaco.
Múltiples síntomas pueden sugerir la necesidad de una consulta con esta especialidad: tos crónica o aguda, la presencia de expectoración (“flema”), la sensación de ahogo o falta de aire, la apnea del sueño (que puede manifestarse como un cansancio inusual en las horas del día) o padecer enfermedades reumatológicas o neurológicas que pueden asociarse también con repercusión en la respiración. Las exposiciones a contaminantes ambientales o en el espacio laboral, son también una importante fuente de consultas en esta especialidad.
Cuando la enfermedad aguda pasa, los neumonólogos deben continuar resolviendo las manifestaciones de lo que hoy podemos llamar una nueva enfermedad: la “COVID posaguda”, “secuelar” o “prolongada”. Esto representa distintos matices clínicos que aparecen cuando no se resuelve la totalidad de los síntomas más allá de las cuatro semanas desde el diagnóstico. Y principalmente, cuando la persona encuentra limitada su actividad por falta de aire.
Si el paciente fuma, utiliza vapeadores/cigarrillos electrónicos , inhala otras sustancias, o si ha contraído COVID 19 y persiste con síntomas más allá de las cuatro semanas, es necesaria una visita al neumonólogo de carácter urgente. El diagnóstico y tratamiento precoz evita la progresión de la enfermedad y las eventuales secuelas.